Referencia en el blog «Desde el Cantón« de Juan Mar. Enlace a la publicación.

Hoy me llamó Paco Cano, que además de mi marchante de arte y representante, es un prestigiado y reconocido “curador”, es decir crítico de arte, comisario y organizador de exposiciones. Como digo, me llamó para recordarme que me espera mucho trabajo en Cádiz y que no demore más mi viaje a la “Tacita de Plata”. Así que, como viajaré pronto, el Alcalde ya puede planear un Pleno cuando yo no esté, que ese es su objetivo para deshacer y hacer en mi ausencia.

Paco Cano tiene la capacidad de ponerme las pilas y conducirme por el camino artístico más acertado, sin duda, su criterio y consejo ha sido siempre tan interesante y productivo que, a día de hoy, su opinión “imprime carácter” en mi trabajo.

Si esta simbiótica relación es tan fructífera y enriquecedora, más lo es la amistad que nos une y que posibilita un tándem, a mi juicio, perfecto.  Su etapa como Director Artístico en Arte y Naturaleza supuso para mí una de la épocas más interesantes en lo que a mi carrera artística se refiere, de su mano y con su participación creé obras y colabore en proyectos por los que guardo un cariño especial y un orgullo que no disimulo. El apostó por mí y financió algunos de los proyectos artísticos más arriesgados e interesantes en los que he participado de una forma u otra.

Contar con su consejo y, por encima de todo, con su amistad, es todo un lujo. Una suerte compartida con otro gran artista,  José Alberto López.

El caso es que hoy me “metió las cabras en el corral” y me recordó la premura en el proyecto que llevamos entre manos y que verá la luz muy pronto. Ya están comprometidas fechas y salas en Italia, Francia, Portugal y Brasil, además de en España y, como es un trabajo tan arriesgado y voluminoso, no puedo perder tiempo.

Hoy no he mencionado a Paco Cano para hablar específicamente de la que es una maravillosa relación laboral, más bien lo hago para destacar la otra cara de esta colaboración, la que hace que sea tan fácil y fluida, que se asienta y sustenta en algo tan trascendental y rotundo como es la amistad que nos une y de la que presumo.

Gracias Paco por abrirme horizontes nuevos, por creer ciegamente y apostar, sin zozobra, por mi arte y mi obra. Por entenderme con una clarividencia absoluta, por prolongar el trazo de mi pincel con tu inteligencia y hacer tuyo mí creativo trabajo. Lo es, tuyo y mío, el resultado nacido de tan acertado lazo.